La eficacia luminosa es una medida de la eficiencia con la que una fuente de luz produce luz visible en relación con la cantidad de energía que consume. Indica la eficacia con la que una fuente de luz puede convertir la energía eléctrica (u otras formas de energía) en luz visible que el ojo humano pueda percibir. La eficacia luminosa suele expresarse en lúmenes por vatio (lm/W).
En términos más sencillos, la eficacia luminosa indica la cantidad de luz que se puede esperar para una determinada cantidad de energía. Un valor más alto de eficacia luminosa indica que una fuente de luz es más eficiente en la producción de luz visible, lo que es deseable para soluciones de iluminación energéticamente eficientes.
Las distintas fuentes de luz, como las bombillas incandescentes, los tubos fluorescentes, las lámparas LED e incluso las fuentes de luz naturales como el sol, tienen distintas eficiencias luminosas. Por ejemplo
La eficacia luminosa es un factor importante a la hora de elegir soluciones de iluminación, ya que afecta directamente al consumo de energía y a la calidad de la iluminación. Una mayor eficacia luminosa significa que se puede conseguir el mismo nivel de iluminación con menos energía o alcanzar mayores niveles de iluminación utilizando la misma cantidad de energía, lo que contribuye al ahorro energético y a la sostenibilidad.
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